La menor de 10 años habría sido obligada a sostener relaciones sexuales con al menos 80 hombres a cambio de recibir una remuneración económica. Producto de las agresiones que sufrió, la afectada intentó acabar con su vida. La mamá de la víctima es procesada por el delito de inducción a la prostitución agravada.
La Fiscalía General de La Nación logró la judicialización de una mujer, que presuntamente instrumentalizaba a su hija de 10 años, para que fuera abusada por distintos hombres a cambio de dinero.
Según las investigaciones, la indiciada cobraba entre $20.000 y $50.000 por cada relación sexual que tenía su hija, con los clientes que le conseguía. La niña era sometida a crueles castigos por su mamá si se negaba a atender a los hombres. Estos hechos habrían llevado a que la pequeña intentara hacerse daño a sí misma.
Este caso fue denunciado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad que conoció del hecho a través del testimonio entregado por una vecina de la víctima. La evidencia física recaudada demuestra que los vejámenes sexuales ocurrieron durante el año 2022 y se prolongaron hasta inicios del 2023. También se pudo establecer que la menor de edad tuvo que padecer al menos 80 abusos sexuales que ocurrieron en los municipios de Isnos, Huila; al igual que en Mocoa y Villagarzón, Putumayo.
La contundencia del material probatorio aportado por un fiscal permitió que un juez expidiera una orden de captura en contra de la mujer de 43 años, que fue privada de la libertad por servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Sijin de la Policía Nacional en el barrio La Peña de Mocoa, Putumayo, donde se encontraba residiendo en la actualidad.
La implicada es procesa por el delito de inducción a la prostitución agravado, cargo que no fue aceptado por la investigada. Surtidas las audiencias, el togado determinó afectarla con medida de aseguramiento en centro carcelario.
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