‘Los Sósimos’ negociaron y aceptaron que comercializaban droga en el Huila

 


Cuatro miembros de la banda de tráfico de estupefacientes ‘Los Sósimos’ en Gigante, Garzón, Hobo, Campoalegre y Neiva, ‘negociaron’ con la Fiscalía. La marihuana y coca la traían del Cauca para distribuirla en las ‘ollas’. Fueron condenados a penas entre 5 y 13 años de prisión.

Videos, fotografías y declaraciones de testigos, fueron fundamentales no solo para el desmantelamiento de la banda de tráfico de estupefacientes ‘Los Sósimos’, sino para que el líder de la organización y tres de sus cómplices, ‘negociaran’ la pena con la Fiscalía.

La operación que permitió la captura de los delincuentes fue desarrollada por la Policía en cinco allanamientos y registro en los barrios Sósimo Suárez, 8 de Mayo y en el centro poblado de Silvania, sector La Ana María, en el municipio de Gigante.

En la ‘empresa criminal’, dedicada a la comercialización de estupefacientes en los municipios de Gigante, Garzón, Hobo, Campoalegre y Neiva, uno de sus integrantes era el patrullero de la Policía, Harol Andrés Suárez Motta, quien estaba activo en la Estación de Policía en el municipio de La Plata.

Además, la banda estaba integrada por Norberto Urriago Andrade, líder; Gerley Benavidez Vargas, y la recolectora de café, Blanca Leonor Urriago y entre otras personas. “Conformaron un grupo de delincuencia para la comercialización y distribución de estupefacientes”, dijo el fiscal, al señalar que la banda estaba delinquiendo desde el 2018 hasta el 2021, cuando fueron capturados.

“Había división de funciones y desempeño de distintos roles, con el fin de realizar de manera permanente actividades consistentes en la financiación, adquisición, transporte, almacenamiento y distribución, para traficar diferentes clases de sustancias estupefacientes…”, señaló el fiscal.

Sostuvo de la ‘empresa criminal’ adquirían base de coca, marihuana común e hidropónica, en el departamento del Cauca, para distribuirla y comercializarla en el municipio de Gigante y poblaciones aledañas.

Los investigadores lograron establecer que la droga la comercializaban o distribuían por kilos o librar en los sitios de expendio en los diferentes barrios, además de dosificarla para ser vendidas en la modalidad de microtráfico. “Llamaban a las personas consumidoras bolsas, felpas, moñas, rocas”.

Corrompían policías

Los trabajos de investigación dejaron al descubierto que la banda era liderada por  alias ‘Peluche, Gordo o Sinaloa’, cuyo verdadero nombre era Norberto Urriago Andrade, quien vivía en el barrio Sósimo Suárez, en el municipio de Gigante.

La agrupación delincuencial, además de comercializar estupefacientes en sectores residenciales de la Capital cacaotera del Huila, también distribuían los alucinógenos en los municipios de Garzón, Hobo y Neiva y los centros poblados de Silvania, Tres Esquinas y Zuluaga.

El fiscal señaló en la acusación contra la organización delictiva, que para lograr la comercialización y expendio de los estupefacientes, utilizaba diferentes tácticas como la de “corromper servidores de la fuerza pública” para evitar que les impidiera ejecutar sus conductas ilícitas. “Uno de ellos fue vinculado como miembro de esta estructura”.

Además, utilizaban vías terciarias para eludir los puestos de control de la Fuerza Pública.

 

Delatados

La investigación contra ‘Los Sósimos’ inició con la información que una persona le entregó a investigadores de la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Policía en el municipio de Garzón.

El informante, una mujer, indicó que en el municipio de Gigante, un hombre conocido como ‘Peluche’, trae la sustancia estupefaciente a la población, para distribuirla entre personas que tiene en las ‘ollas’. “Las trafican o venden en menores cantidades en los centros pablados de Silvania, Tres Esquinas y el casco urbano”, explicó el fiscal.

En desarrollo de la investigación, los efectivos establecieron que Norberto tenía contacto con la Yaneth Ávila Tovar, quien manejaba el tráfico de estupefacientes en el municipio de Garzón, y entre los dos hacían las coordinaciones con los grandes proveedores de estupefacientes del Cauca. “Hacían contacto con los distribuidores mayoritarios para ir a comprarlas por kilos que posteriormente son transportados a los municipios de Campoalegre, Garzón, Gigante, Hobo y Neiva”, manifestó el delegado del ente acusador.

Agregó que las interceptaciones telefónicas revelaron que Norberto tenía una misma línea con alias ‘Nelson’, quien surte al grupo desde el Cauca.

Indicó además que los puntos de expendios eran manejados por Blanca Leonor Urriago, alias ‘Pechuga’. “Vendía en el centro poblado de Silvania, lo cual hacía con las personas que se conocen con los alias de ‘Machete’, ‘Mónica’ y ‘Rolo’”.

Mientras que Gerley Benavides Vargas era la persona que, entre otros, coordinaba los puntos de expendio en el municipio de Gigante. “Actuaba en armonía con Abel Silva García, quien expendía las sustancias estupefacientes a domicilio”, señaló el fiscal.

Sostuvo el funcionario judicial que todas las labores ilícitas ejecutadas por los integrantes de la banda ‘Los Sósimos’, están corroboradas y respaldadas en incautaciones de estupefacientes, videos y fotografías, realizados en las investigaciones y seguimientos.

 

Roles

Gerley Benavides Vargas, alias ‘Arley’ o ‘Gechi’, según las investigaciones, transportaba y surtía la sustancia estupefaciente en el municipio de Gigante y los centros poblados de Tres Esquinas, Silvania y Zuluaga para su posterior comercialización en pequeñas cantidades o micro tráfico. “Realizaba desplazamientos hasta el Cauca en donde adquiría el estupefaciente. Esta actividad la realiza en coordinación con Norberto, líder del grupo, y con Abel Silva”.

Además, durante el transporte de la sustancia cumplía la función de vigía o campanero para advertir de la presencia en las vías de las autoridades y evadir y ser detectados por parte de las mismas, como se logra evidenciar en algunas de las conversaciones que sostiene.

Harol Andrés Suárez Motta, alias el ‘Poli’, el fiscal, señaló que el hombre tenía como función transportar, surtir y comercializar estupefaciente en el municipio de Gigante. Realizaba los desplazamientos hasta los límites del Huila con el Cauca, coordinándolos con Norberto Urriago.

Blanca Leonor Urriago, alias ‘Pechuga’, el funcionario judicial, señaló que, la mujer era expendedora de estupefaciente en la modalidad de microtráfico en los centros poblados de Silvania y Tres Esquina en Gigante. “Coordinaba con Norberto y Gerley el trasporte del estupefaciente hasta dichos lugares, para lo cual utilizaba palabras en sentido connotativo o cifrado para referirse a la sustancia estupefaciente”.

Norberto Urriago Andrade, el fiscal, sostuvo que, el hombre era el líder de la banda delincuencial, dirigiendo la distribución de sustancias estupefacientes en Gigante, era el encargado de realizar los contactos con las personas que tenían los cultivos y sacaban sustancias estupefacientes en grandes cantidades en el Cauca y la hacía transportar en diferentes vehículos para surtir los municipios de Gigante, Garzón, y los centros poblados Tres Esquinas, Silvania y Zuluaga en donde tenía otras personas encargadas de manejar las ventas de los estupefacientes en menores cantidades. “Utilizó a menores de edad”.

 

Aceptaron los cargos

Los cuatro miembros de la organización delictiva, tras conocer las pruebas documentales, técnicas y testimoniales, que el fiscal tenía en su contra, decidieron llegar a una ‘negociación’ con el ente acusador y aceptar cargos.

El fiscal señaló que se pactó como única rebaja compensatoria la reducción en la tercera parte de la pena imponible una vez individualizada. “Las penas principales que se les impondrán, dado que en su caso para el concurso de delitos que cometió el que tiene establecida la pena de prisión más grave es el de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes”.

El preacuerdo fue presentado al Juez Primero Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento, que luego de analizarlo, lo aprobó. “Con la categórica aceptación…al suscribir el acta de preacuerdo, mediante la cual admite realizar una declaración de culpabilidad, tiene la fuerza probatoria suficiente…”, manifestó el togado.

Agregó que los medios de prueba y evidencia física, “ya convertidos en verdaderas pruebas”, se logró demostrar fehacientemente la existencia de unos comportamientos activos que fueron ejecutados personal, material e integralmente por los inculpados.

El operador judicial terminó condenando a Gerley Benavidez Vargas, a las penas principales de prisión de 8 años y 6 meses y una de multa de 2.704 salarios mínimos legales mensuales vigentes, al ser hallado responsable del delito de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas y coautor delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

A Harol Andrés Suárez Motta, lo condenó a las penas de 8 años de prisión y multa de  2.702 s.m.l.m.v., al encontrarlo autor del delito de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas y coautor del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

Mientras que Blanca Leonor Urriago, fue condenada a las penas de 5 años y 4 meses de prisión y multa de 2.700 s.m.l.m.v., al hallarla autora del delito de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas.

Y Norberto Urriago Andrade fue sentenciado a las penas de 13 años de prisión y multa 2.708 s.m.l.m.v., al ser encontrado autor del delito de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas y coautor delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.