La
historia de una madre de 30 años que sacrificó su propia salud antes de
abortar, a pesar de las advertencias de los médicos, le da la vuelta al mundo.
A
la británica Sarah Milner le dijeron que necesitaba tratamiento para el cáncer
de cuello uterino, pero sus deseos de ser mamá por tercera vez eran más
fuertes.
Sin
embargo, ahora los galenos le dan menos de dos años de vida tras dar a luz a un
bebé sano.
Milner,
mamá de tres hijos, había recibido la noticia de que tenía una forma
agresiva de cáncer de cuello uterino a las 21 semanas de embarazo.
«Debido
a la naturaleza agresiva del cáncer, los médicos me aconsejaron interrumpir mi
embarazo. Sin embargo, realmente no quería hacer eso. Quería tener a mi bebé
sin importar nada», dijo la mujer
Los
médicos le habían aconsejado a la madre que abortara su embarazo para
recibir quimioterapia, pero Milner prefirió dar a luz a Louis.
Sin
opciones
La
señora Milner ahora está recibiendo quimioterapia para prolongar su vida, pero
solo le quedaría menos de dos años porque el cáncer se extendió por su cuerpo.
«Tenía
21 semanas de embarazo y me diagnosticaron cáncer de cuello uterino en etapa
uno, que me describieron como agresivo», agregó.
Tras
la llegada de Louis por cesárea a las 31 semanas en abril del año pasado, Sarah
se sometió inmediatamente a una histerectomía y una extirpación de
ganglios linfáticos en un intento por combatir la enfermedad.
En
orden: Bobbie, hijo de Sarah; su marido James; y su hija Lily-Grace – Foto:
Daily Mail
Sin
embargo, en noviembre se encontró otro bulto y el cáncer se había
extendido por todo su cuerpo.
«La
noticia me aplastó. Sabía los riesgos que estaba tomando (…) Mis hijos,
Lily-Grace, que tiene nueve años, Bobbie, que tiene siete y Louis se van a
quedar sin su mamá», señaló Milner.
La
madre añadió que antes de su muerte quiere «dejar cosas especiales» a los
niños. «Les escribo tarjetas de cumpleaños para el futuro y tarjetas para
otras ocasiones especiales como bodas».