Su
hijo de 20 y su hija de 16, ambos, necesitan un trasplante de riñón y ella es
donante compatible. La espera por otro donante puede ser de hasta tres años. Su
historia ha generado miles de llamadas de personas que se ofrecen a donar un
riñón.
Sarah
Bingham, de 48 años, tiene frente a sí un dilema que ninguna madre
desearía enfrentar: tener que escoger a cuál hijo donarle un riñón. Noah, chico
de 20 y Ariel, mujer de 16, ambos sufren de una enfermedad renal genética y
degenerativa llamada nefronoptisis, que ataca a una de cada 100.000 en el Reino
Unido y que genera inflamación y laceraciones en los riñones hasta reducir su
función.
La
primera en presentar problemas fue la niña, en 2016, con síntomas de cansancio
hasta que los médicos encontraron la enfermedad. Luego fue Noah, en 2019,
quien también presentó el mal de su hermana. Ambos están en condiciones
complejas de salud pero estables y necesitan de un trasplante urgente de riñón.
Su
mamá, Sarah, es compatible como donante de ambos, pero lógicamente sólo puede
salvar a uno de los dos. , el doctor John Sayer, médico especialista del
Hospital Freeman, en Newcastle, quien atiende a Noah, señala que "sí hay
un gran dilema (para la mamá) pues un donante de riñón puede tardar tres
años" y la salud de ambos jóvenes se hace compleja.
Solidaridad
por miles
La
historia publicada de la familia ha generado una oleada de apoyo y solidaridad.
"Mi teléfono no ha dejado de sonar en todo el día con mensajes de
apoyo. La gente se ha ofrecido a donar un riñón y a donar dinero para
la investigación", reveló Sarah.
Especialistas
han destacado que esta historia ayude a hacer conciencia de la necesidad de
tener mas donantes de órganos en general, pues por efecto de la pandemia
existen miles de casos, en todo el mundo, de personas a la espera de un órgano
que sufren o incluso mueren ante la ausencia cada vez mayor de voluntarios y
donantes.