Los
beneficiarios han sugerido usar el dinero en ciclorrutas, edificios, un jardín
infantil, una piscina al aire libre o transporte público.
Los habitantes de Waldsolms, en Alemania, se llevaron una sorpresa al enterarse de que una de sus residentes, que falleció el año pasado, les dejó una herencia de 6,2 millones de euros entre acciones y propiedades.
La
generosa beneficiaria, identificada como Renate Wedel, murió el 23 de diciembre
de 2019 a los 81 años en una casa de retiro. Ella y su esposo Alfred Wedel
vivieron en el distrito de Waldsolms de Weiperfelden desde 1975.
Aunque
la heredera inicial de la fortuna era la hermana de la difunta, ella también
murió, por lo que la mujer decidió que los beneficiarios suplentes iban a ser
sus vecinos.
Según
informó la alcaldía del concejo de la comunidad, la fortuna de la pareja se
produjo gracias a que el esposo “participó activamente en la bolsa de valores y
tuvo mucho éxito allí”.
Una
propiedad que la mujer dejó a otro heredero fue cedida al pueblo, pues quien la
iba a recibir la rechazó porque debía remodelarla y debía cubrir otros gastos.
Aunque
la comunidad supo de la herencia en abril de este año, solo hasta ahora hizo
pública la información porque debía acordarse “con la Oficina de Asignación y
Auditoría del distrito de Lahn-Dill cómo el municipio debería tratar con una
cartera de acciones heredada, un caso que no ocurre con tanta frecuencia”.
Asimismo,
se estableció que “los usos posteriores de la herencia no afectarán los
ingresos y no suponen una carga para los hogares futuros”.
“La
comunidad de Waldsolms agradece póstumamente a la familia Wedel por esta
importante herencia. Lo trataremos con mucha responsabilidad, desarrollaremos
nuestra comunidad para el bien de todos y guardaremos un recuerdo honorable de
ambos”, señaló el alcalde municipal en el comunicado.