El
joven de origen indonesio quedó devastado al volver a su país.
Kevin
Humala regresó a su natal Bali y al visitar las paradisíacas playas de su
ciudad notó que estas tenían toneladas de basura. Esto lo lleno de tristeza y
decidió que tenía que utilizar sus conocimientos en crear algo que pudiera
revertir la situación.
El
joven científico encontró en la yuca la respuesta a lo que estaba buscando, usando
el almidón de esta planta, replicó el proceso que se emplea para
fabricar bolsas, incluso utilizando las mismas herramientas: una máquina de
moldeo por soplado, una máquina de corte y una máquina de sellado.
El
precio de cada bolsa es de cinco centavos de dólar, más del doble de lo
que costaría una de plástico normal. Las de yuca pueden convertirse en
compost en menos de 100 días y se disuelven en minutos en agua
caliente.
En
2014, Kumala y su socio Daniel Rosenqvist fundaron Avani Eco y
abrieron una fábrica. La compañía produce otros productos como envases
desechables para comida hechos de caña de azúcar y pajillas para beber hechas a
base de almidón de maíz que se biodegradan rápido y no dejan residuos
tóxicos