Una niña de 3
años sufrió un infarto y murió después de ingerir cocaína que dejó su padre en
la casa donde vivían en una localidad de Reino Unido.
El incidente ocurrió en abril del año pasado
pero recientemente el juez encargado dictaminó cómo se produjo la tragedia.
De acuerdo con el reporte de las autoridades la
droga fue dejada “por descuido” calificando la muerte de la niña como
“innecesaria” y “evitable”.
Autopsia
La menor identificada como “K” ingresó al
hospital por sospecha de sepáis o meningitis; sin embrago, los resultados de la
autopsia revelaron rastros de cocaína en la sangre de la menor.
Ambos padres trataron de culpabilizarse entre ellos,
mientras que los otros cuatro hijos fueron puestos a cargo de servicios
sociales.
El juez señaló que el padre de K llevó la droga
a la casa y la madre lo sabía pero creyó que estaban tomando las precauciones
necesarias para proteger a los menores.
Aún se desconoce el lugar preciso donde la menor
pudo encontrar la sustancia y cómo pudo ingerirla.