Lo
hizo, según las autoridades, como represalia por haberle dicho al papá que ella
salía en las noches y los descuidaba.
Una madre fue acusada en Bolivia de
haberle hecho comer a uno de sus hijos las heces de una hermana como castigo
por contarle al padre que salía por las noches, informaron las autoridades del
país suramericano.
La defensora de la Niñez y la Adolescencia en la región boliviana de
Potosí, Claudia Heredia, dijo a los medios de comuniación que los padres se
habían separado y la madre tenía la custodia de los tres hijos, de 4, 7 y 10
años.
"Lastimosamente, los
descuidaba, salía por las noches", relató la defensora, por lo que uno de
los hijos contó al padre lo que hacía la madre.
"En represalia, habría hecho ingerir las heces fecales de su hija
menor al niño de 7 años", contó Heredia.
La defensora comentó que la madre
le cuestionó al niño por qué contaba a su padre que ella salía de noche y, por
ello, le hizo comer "la caquita de su hermanita".
Heredia aseguró que ahora es el
padre el que tiene la custodia de los hijos tras denunciar ante la Fiscalía a
la madre, que le habría agredido.