Hace ya un tiempo los muertos por coronavirus superaron el millón, razón suficiente para que incrédulos dejen de creer – y difundir – que el COVID-19 es mentira o que es un invento conspirativo.
Sus músculos y rutinas de ejercicio se evidenciaban en su cuerpo. De lejos se veía que era una persona sana y, aparentemente, sin problemas de salud que pudieran convertirse en una situación grave ante el COVID-19.
Sin embargo, una de las desventajas con este virus es que su comportamiento aún es impredecible y no solo las personas enfermas o de edad avanzada deberían temerle.
También reveló que “al día siguiente, empezó a aparecer tos, pero no había temperatura (fiebre). Tampoco había síntomas particulares de la enfermedad, por lo que pensé que podrían ser consecuencias después de hacer deporte, cambiar el clima y la nutrición, y además dormir debajo de un aire acondicionado”, explicó en un rosario de excusas.
Todo esto aparentemente le había sucedido en un viaje que había hecho a Turquía.
La salud de Dmitriy Stuzhuk volvió a empeorar. Regresó al hospital, de urgencias, pero nada pudieron hacer por salvar su vida. Sofía Stuzhuk, exesposa del influenciador, también dedicada al mundo de las redes sociales, confirmó la noticia del deceso.