Al
ser encontrado por la Policía, solito en su casa, pidió que no lo soltaran porque
temía ser castigado de nuevo. Las imágenes parten el alma.
n Madrid, Cundinamarca, la Policía
rescató a un niño de 4 años que había sido amarrado a una cama por su madre y
padrastro.
Vecinos del barrio El Sosiego dieron aviso a las autoridades, quienes
llegaron hasta la vivienda para comprobar la dolorosa escena: el pequeño estaba
atado en una habitación desordenada.
Uno de los uniformados empezó a cortar las cuerdas, pero el niño no
quería: “Tatán me regaña”,
dijo con su inocente voz, sin entender que era víctima de tortura.
Pero no solo había marcas en las manos. Su rostro también tenía signos
de violencia. Otro policía le
preguntó que quién lo golpeaba, a lo que el niño respondió “Tatán”,
refiriéndose a su padrastro.
Una vez el pequeño fue puesto a salvo, las autoridades capturaron a la
madre biológica y al padrastro, con quienes convive. Estos dijeron que habían
recurrido a semejante castigo porque el niño era "muy travieso".
Además de estar amarrado, el niño aguantaba hambre y eran los vecinos
del inquilinato en el que vivían quienes lo alimentaban.
Los padres -ella de 20 y él de 24
años- fueron enviados a prisión y tendrán
que responder ante la justicia por el delito de tortura agravada, que conlleva
una pena de entre 8 y 15 años de cárcel.