Familiares de una abuela de
81 años denuncian maltrato y mala praxis en una clínica de Cartagena, en
donde fue ingresada por síntomas de COVID-19. La abuela manifiesta que hasta fue amarrada.
Oliva Reyes Florián, de 81
años, fue llevada por sus familiares a la clínica El Bosque, en Cartagena tras
presentar dificultades para respirar el pasado 24 de agosto. Luego de hacerle una tomografía fue internada en la UCI tras
sufrir un infarto y neumonía.
El viernes 28 de agosto fue dada de alta y aunque sus familiares la
esperaban para recibirla con alegría, debido a que no podían verla por estar
aislada, la recibieron con múltiples hematomas. La abuela asegura que fue maltratada y amarrada.
“Mire como tengo el brazo, me
amarraban porque me movía y arrugaba la sábana (…) Horrible, son unos
monstruos», afirmó Oliva Reyes.