El pasado 8 de septiembre operarios
de una empresa de telecomunicaciones que ejercían labores en la zona hallaron dentro de una
alcantarilla en ese barrio del Garcés Navas de Engativá, un cadáver envuelto en
un plástico y amarrado de pies y manos. De inmediato los trabajadores
se comunicaron con la policía para reportar el macabro hallazgo.
Hasta el lugar llegaron los efectivos, quienes verificaron que se
trataba de una mujer. Tras ser trasladada hasta las instalaciones de Medicina
Legan, los forenses corroboraron que se trataba de Lisbeth Katiuska Araque Maldonado,
una joven venezolana que había sido reportada como desaparecida desde 18 de agosto.
Según reveló la Fiscalía General de la Nación, tras las investigaciones
se pudo constatar que Araque tomó un taxi el día de su desaparición en
compañía de su hija de un año, con destino al barrio El Porvenir de la localidad de Engativá, en el
noroccidente de la ciudad.
Allí se encontró con Rubén Darío Guzmán García, quien al parecer era su
jefe en una recicladora. El hombre le habría pagado el transporte y desde ese momento no se supo más
de la víctima.
La joven fue hallada abandonada el mismo día en un
parque cerca a su casa en Suba, y en un
video de una cámara de seguridad ubicada en dicha localidad, se ve a Rubén
Darío dejando a la menor en la vía pública.
Gracias al abundante material de prueba recopilado por la Fiscalía, Guzmán García fue capturado. Un
fiscal especializado de la Dirección Seccional de Bogotá le imputó el delito de
desaparición forzada.
El cargo fue aceptado por el procesado, quien
deberá cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.