Aunque los dirigentes de las cooperativa han sufrido atentados contra sus vidas, en mayo de 2019 se desplazaron de Puerto AsÃs a Puerto Guzmán, donde levantaron un proyecto piscÃcola del que ya comercializaron más de tres toneladas de tilapia. La tierra sigue siendo el escollo.
Durante
meses intentaron, con una comisión del Gobierno, conseguir terrenos para
implementar los proyectos productivos. En medio de esa búsqueda, noventa de
ellos se agruparon en la Cooperativa Multiactiva Comunitaria del Común
(Comuccom) y el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR) les giró los $8
millones que le correspondÃan a cada guerrillero tras el Acuerdo de Paz, con el
fin de destinarlos a un proyecto de producción de tilapia. Fue uno de los
primeros proyectos colectivos aprobados. Sin embargo, tenÃan la plata, pero no
la tierra.