Andrea Puerta fue abordada por un sujeto que nunca había
visto y que la golpeó por casi un minuto. Lo capturaron, pero quedó libre bajo
fianza.
Como tantas noches lo
había hecho, la colombiana Andrea Puerta, de 29 años, viajaba en el metro de
Miami rumbo a su hogar cuando fue abordada por un afroamericano que, sin mediar
palabra, la atacó a golpes en una salvaje escena grabada por las cámaras de
seguridad y que ocurrió el 4 de septiembre.
La mujer se vio sorprendió por la furia del sujeto
que, tras percatarse de que estuviera sola, se acercó a ella y la embistió a
golpes. "Yo perdí el conocimiento, yo me acuerdo hasta la parte que me
dijo 'sorry'. Yo levanto la mirada y ya ahí entendí lo que había pasado, pero
yo no me acuerdo cuando él me estrujó de un lado al otro, ni cuando me tiró
contra la silla”, recuerda la víctima.
Al recobrar el conocimiento, llamó al número de
emergencias y le pidieron buscar a un policía. Cuando llegó a la estación, allí
se encontraba también su agresor, identificado como Joshua James King, de 25
años. Ya había sido detenido por
agredir a otras dos mujeres esa misma noche.
“Él es un hombre de casi 2 metros, yo mido 1.57. Él no
tuvo compasión de mí, él me golpeó hasta que pudo”, dice Andrea.
Aparte de las heridas psicológicas y los hematomas
físicos que le provocó, Joshua
King le rompió una costilla y le causó una contusión cerebral.
King enfrenta cargos por agresión con agravantes, pero
está libre bajo fianza. Andrea cree que “me pude haber matado. Todo pasó en 57
segundos, me volvió nada”.