Aprueban a la castración química para acusados de violación.


 

El parlamento regional de Kaduna, estado en el centro-norte del país africano, aprobó una ley que busca castigar severamente a los agresores sexuales.

“Estamos felices de que el parlamento haya incrementado los castigos por violación. Esperamos que la justicia sentencie a más violadores con esta pena máxima”, expresó el Ministerio regional de Servicios Humanos y Desarrollo Social.

Los legisladores regionales aprobaron esta ley el pasado miércoles como una forma de acabar con los crímenes sexuales, según dijo el presidente de la asamblea, Yusuf Zailani, y tendrá que ser promulgada por el gobernador.

Las penas máximas actuales por violación en este estado eran de 21 años de prisión cuando la víctima es adulta y puede llegar a cadena perpetua en el caso de abuso a menores.

Sin embargo, esta nueva ley no ha sido del todo bien recibida por organizaciones que creen que las medidas deberían ir más enfocadas a la prevención y no va a ayudar a resolver un problema de raíz en el país, como son los abusos sexuales.

Antes que la castración, la directora del Centro de Investigación y Documentación de Defensoras de la Mujer (WARDC), Abiola Akiyode-Afolabi, considera que se deberían asegurar medidas para evitar los crímenes y poner en marcha mecanismos que permitan dar una respuesta y asistencia rápida a las denunciantes.

“Lo que provoca el auge de violaciones es la impunidad”, dijo esta activista contra la violencia sexual y física contra las mujeres.

“La castración no es suficiente. El gobierno tiene que mostrar deseo político al asegurar las condenas a los culpables y un cambio en las normas sociales”, alegó Akiyode-Afolabi.

A mediados de junio los gobernadores de más de una treintena de estados de Nigeria declararon el estado de emergencia por las crecientes violaciones de mujeres y niños en el país, después de que a principios de mes miles de personas se manifestaron ante la sede de la policía de varias ciudades nigerianas.

Según datos del WARDC, alrededor de 2 millones de mujeres y niñas son violadas cada año en Nigeria, pero menos de un tercio de estos delitos (el 28 %) son denunciados.

Además, una encuesta hecha en 2019 por la firma demoscópica NOIPolls sugería que una de cada 3 chicas ha sufrido en Nigeria alguna forma de agresión sexual antes de cumplir los 25 años.

Conseguir cifras exactas de la magnitud de la violencia sexual en este país africano es difícil porque las víctimas tienen miedo a denunciar o a buscar ayuda por el estigma y la discriminación a la que se enfrentarían.