De acuerdo con
el diario El Mercantil Valenciano, la donación de comida por la que
multaron el restaurante ocurrió a mediados del pasado mes de marzo, un par de
dÃas después de que se declarara estado de alarma en la zona por la pandemia
del coronavirus.
Javier MartÃnez, dueño de La Lusitana Tasca, explicó mediante un video
compartido en la página de Facebook del restaurante que se quedó con un montón de comida almacenada y
por eso quiso donarla, compartirla a familias necesitadas.
“El dÃa 17 de marzo realizamos el reparto de 84 raciones de comida,
manteniendo todas las normas de seguridad. Cuando terminamos, se presentó la
policÃa local con un tono amenazante, diciendo a una voluntaria que no pasara
de buena samaritana y amenazándome a mà con que me iban a cerrar el negocio”,
indicó MartÃnez.
Un mes más tarde, agrega El Mercantil Valenciano, empezaron a
llegar las multas. 3.001 euros de multa al dueño del restaurante y 600 euros
a cada una de sus dos colaboradoras más cercanas.
Esta notificación tomó por completa sorpresa al dueño del restaurante, pues,
según él, en el acta policial de ese dÃa quedó registrado que estaban repartiendo comida a familias necesitadas
y sin recursos.
“Nos negamos absolutamente a hacer el pago de estas
sanciones… Quiero denunciar el abuso de autoridad y que
el ayuntamiento de Valencia se dé cuenta de que esto ha sido totalmente un
error. Lo que hemos hecho es ayudar a personas que no tenÃan nada que comer”,
agregó MartÃnez en el video.
Esta noticia indignó a los habitantes del barrio Cabanyal, que
apoyan a MartÃnez y su restaurante. Un vecino explicó que el lugar se utilizó durante toda
la pandemia como centro de acopio de alimentos que mucha gente donó, incluso
desde el exterior.
No. No té ningun sentit multar a qui reparteix solidaritat. Sembla que la sanció va tindre lloc en els primers dies de confinament, quan les indicacions de les autoritats sanità ries estaven definint-se. Es revisaran els fets i s’actuarà conforme a llei i a la lògica humanità ria. pic.twitter.com/yf18JGamXX
— Joan Ribó (@joanribo) August 25, 2020